Nuestra historia

SOLUNA nació en diciembre de 2022, pero su historia responde a una necesidad universal.

Sofia Luna, nacida en Barcelona en 1991, creció en una ciudad donde la modernidad y el bienestar conviven en perfecta armonía.

Dinámica y ambiciosa, Sofia combinaba un estilo de vida ajetreado con su pasión por la belleza, hasta que los efectos del tiempo y el estrés urbano comenzaron a dejar marcas visibles en su piel.

Una solución necesaria

Como muchas otras personas, Sofia buscó soluciones: cremas, tratamientos, visitas a clínicas.

Sin embargo, se enfrentó a productos ineficaces, rutinas complicadas y precios, a menudo, inalcanzables.

Ella soñaba con un cuidado de la piel que encajara naturalmente en un día ocupado, pero que ofreciera resultados visibles.

Al darse cuenta de que esta necesidad de simplicidad y eficacia era compartida por miles de personas, decidió tomar las riendas.

Así nació SOLUNA.

Tecnología y simplicidad

SOLUNA ofrece dispositivos revolucionarios que combinan tecnología avanzada con facilidad de uso.

Cada producto está diseñado para brindar un cuidado profesional en casa, sin necesidad de citas en clínicas, procedimientos invasivos ni pérdida de tiempo.

Con solo unos minutos al día, SOLUNA permite suavizar las arrugas, devolver luminosidad a la piel y fortalecer la confianza en uno mismo.

Una visión única

Pero SOLUNA no es solo una solución práctica, es una visión.

Una visión de una belleza moderna y accesible que libera de complejos y restricciones.

Para Sofia, cada dispositivo es una invitación a simplificar las rutinas mientras se obtienen resultados dignos de los mejores tratamientos profesionales.

También es una promesa: preservar la juventud y la vitalidad sin renunciar nunca al confort ni a la libertad.

Belleza sin límites

Hoy, SOLUNA acompaña a miles de personas en su búsqueda de una piel luminosa y llena de confianza.

Con un mensaje poderoso – “Tu piel merece su mejor versión” – Sofia Luna y su equipo están redefiniendo el cuidado de la piel.

Porque la belleza no es una obligación, sino una forma de revelar lo mejor de cada uno, cada día.